Por más que te repitas «la vida es un juego«, «soy amor», … nada substancial cambia. Todo eso es verdad pero la mente no lo entiende… Qué hacer pues?.
Reconoce y sumérgete en el Gran Miedo, déjate atravesar por el, confía, respira, pide profundamente entender todas estas cosas, y todo te será revelado, con naturalidad, sin esfuerzo.
Dale la mano a tu miedo, y tu vida se convertirá por sí misma en ese divertido juego, algo risueño, tierno, divertido, ya sabes, así como te sientes cuando la gran Confianza, sin saber como te ha invadido totalmente.
Deja de hacer fuerza… Ríndete.
Carlos Galindo.